El interés de su colección va más allá de los autores y las imágenes que la componen. El conjunto de imágenes que ha reunido nos acerca, tanto a la evolución del mercado, como a los intereses de la persona que las ha reunido, ofreciéndonos una interesante perspectiva de los cambios estéticos y conceptuales que trazan la evolución de este medio de identidad cambiante.
La subasta se inicia con una obra de Tomás Montserrat que adquirió en la Galería Spectrum de Barcelona, una de las pioneras en España de las que empezaron a comercializar fotografía artística y se termina con una fotografía de Joaquim Puigvert, cineasta y fotógrafo, siendo uno de los pioneros el cine experimental en España, en la década de 1950, creador que conoció en la galería Spectrum Canon de Girona, cuando organizaron una exposición de las fotografías de Ferran Artigas en 1982.
No se puede desligar su actividad como coleccionista de su pasión por la fotografía. Ferran Artigas, a lo largo de estos años, ha desarrollado una interesante producción fotográfica como “amateur” y este hecho ha estado muy presente en su forma de coleccionar, en la que ha desarrollado una línea personal y singular. Su caso es un buen ejemplo de cómo coleccionar se puede convertir en algo creativo. Es interesante ver las relaciones y asociaciones entre imágenes y creadores de diferentes periodos y como la transversalidad de su mirada, rompe con la centralidad e incorpora la producción de creadores japoneses y africanos en un momento en el que la producción que se hacía en esos países aún no tenía una gran visibilidad en el mercado artístico occidental.