Conflict Kitchen, 2010-2017

Conflict Kitchen, 2010-2017 es una exposición que muestra un conjunto de obras y documentos del restaurante creado por Jon Rubin y Dawn Weleski. Cada 8 meses, cambiaban las propuestas gastronómicas, la decoración y los temas en los que giraba su actividad, dependiendo de los conflictos que Estados Unidos tenía en diferentes países. La exposición se podrá visitar entre el día 6 de junio y el 17 de julio en la galería de Jardins de Montserrat s/n, 08029, Barcelona, solicitando cita previa en exposiciones@juannaranjo.eu

Conflict Kitchen era un restaurante que servía platos de países con los que Estados Unidos está en conflicto. Cada interacción de Conflict Kitchen se complementaba con eventos, actuaciones, publicaciones y debates que ampliaban el compromiso del público con la cultura, la política y los problemas de la región en cuestión. El restaurante rotaba de identidad en función de la actualidad geopolítica.

Conflict Kitchen, funcionaba los siete días de la semana en pleno centro de la ciudad, utilizaba las relaciones sociales de la comida y el intercambio económico para implicar al público en general en debates sobre países, culturas y personas de los que había poca información fuera de la retórica polarizadora de la política gubernamental y la estrecha óptica de los titulares de los medios de comunicación. Además, el restaurante creó un lugar en constante cambio para la diversidad étnica en la ciudad postindustrial de Pittsburgh, ya que creó los únicos restaurantes iraní, afgano, venezolano, norcoreano, haudenosaunee y palestino que había en la ciudad.

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Conflict Kitchen. Jon Rubin y Dawn Weleski se interesaron en la comida para llevar a cabo un singular proyecto sin ánimo de lucro en el que exploraron otras formas de materialidad artística que se escapaba de los canales de difusión y comercialización del arte, de la diversidad homogénea que existía en la época. La identidad como signo de distinción fue uno de los elementos definidores de su proyecto.

Conflict Kitchen fue restaurante de identidad cambiante, en el que las propuestas gastronómicas, la decoración, los temas, en los que giraban su actividad, variaban dependiendo de la actualidad geopolítica del momento, de los conflictos que Estados Unidos tenía en diferentes países.

Situado en el centro de Pittsburgh, ofrecía un menú de un país que estaba en conflicto, que se reemplazaba cada cinco meses por uno nuevo de un sitio diferente, presentaron comida tradicional de Irán, Afganistán, Venezuela, Corea del Norte, Cuba y Palestina.


El proyecto fue concebido como un work in progress, como una obra participativa, en la que existía una transferencia entre los artistas, los participantes y los comensales. Comer es una acción que favorece las relaciones sociales y el diálogo. Pensaron que era una buena base emocional para informar, para ejercer de mediadores, para dar visibilidad al otro. Sus actividades fueron más allá de servir comida, organizaron eventos, actuaciones, publicaciones y debates en los que participaron personas que residían en los países de origen y también nativos que habían emigrado y se habían instalado en la ciudad.

Jon Rubin y Dawn Weleski crearon un foro de debate, una plataforma en la que utilizaron las relaciones sociales, la comida y el intercambio económico para fomentar el acercamiento de países, culturas y personas que tenían muy poca presencia mediática y en la cotidianidad de la sociedad estadounidense, para crear una visión crítica que huía de la retórica polarizadora de la política gubernamental e iba más allá de los titulares de los medios de comunicación, fomentando una mayor comprensión de sus realidades, insertando contra-narrativas políticamente desafiantes en la corriente de la vida pública, a través del mecanismo comúnmente usado como un negocio comercial.